Turismo, un factor importante para frenar la despoblación rural

La despoblación en la España rural es una evidencia que por desgracia sacude a centenares de poblaciones de la geografía ibérica. Una sangría demográfica que se viene sufriendo desde hace décadas en los pueblos, pero que es en los últimos años cuando más se está intensificando en diversas regiones, ante un modelo demográfico y laboral diferente en el que nacen pocos niños, la población está envejecida, la gente joven se marcha a las grandes ciudades en busca de trabajo y en muchos de los casos, las administraciones no aportan los medios suficientes para el desarrollo. Se calcula que en España pueden desaparecer cerca de 2000 pueblos.

El Campo de Montiel es sin duda una de las comarcas más afectadas dentro de Castilla-La Mancha, en donde en la mayoría de los pueblos se puede apreciar un progresivo vaciamiento demográfico, habiendo descendido en los últimos 20 años cerca de un 23% de población, mientras que las ciudades costeras y Madrid no paran de engordar la población. Es por eso, que se debe de actuar ahora o nunca, pues nuestros pueblos corren un riesgo importante de acabar convertidos en desiertos.

Pastor con sus ovejas en los campos de Alhambra

Independientemente de todas las medidas de desarrollo que se deben de llevar a cabo (infraestructuras, comunicación, I+D, etc.), que no son pocas, el Turismo puede jugar un papel importante para frenar la despoblación, o al menos, para que sus efectos no sean tan sangrantes. En los últimos años, el crecimiento del Turismo interior sin duda alguna está permitiendo que mucha más gente visite las áreas alejadas de la costa, buscando otro tipo de Turismo diferente al de “sol y playa”: Turismo natural, arqueológico, enológico, gastronómico, artístico o simplemente descansar en alojamientos rurales alejados de las zonas más pobladas.

Ruta turística por Alhambra por arqueólogo

Por eso, el Turismo Rural Sostenible debe de ser un pilar más en el desarrollo de nuestros pueblos (sin olvidar los sectores agrícolas e industriales sobre los que se asientan las economías rurales), que permita que haya creación y consolidación de empleos relacionados con dar a conocer la riqueza cultural, patrimonial y medioambiental de nuestra tierra y todo lo que conlleva. Empleos que van desde el sector de la recuperación, investigación, puesta en valor y conservación del Patrimonio cultural (investigadores, gestores de Patrimonio, guías turísticos, arqueólogos, restauradores, etc.), del turismo natural (experto en ecoturismo, biólogo, monitor de turismo activo, etc.) o del sector de la hostelería.

El ejemplo más cercano lo tenemos en el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, un destino turístico natural de primer orden a nivel nacional, en donde un porcentaje importante de gente de la zona vive gracias al trabajo creado por la demanda turística: monitores de turismo activo, camareros, cocineros, hosteleros, negocios locales, etc.